Hola.

Te escribo, porque una amiga me dijo que podia preguntarte ciertas cosas relacionadas con el evangelio. La verdad, es que estoy atravesando por un pésimo momento y necesito fuerza, que estoy segura, voy a poder obtener de las sagradas escrituras, agradecería un millón, que me recomiendes algo en especial.

Afectuosamente,

Hola

Lamento sinceramente que estés pasando un mal momento, yo sé lo que es eso. No se si será un consuelo pero es una constante en la vida del ser humano, pero lo importante es que nos ayude a templar nuestro espíritu, de hecho nuestro propio Señor Jesucristo sufrió aflicciones.
Una vez alguien contó una historia en que un joven trataba de expresar sus sentimientos a un guía, pastor, obispo o como quieras llamarle, respecto a un tema personal, y este joven no se sintió comprendido por este hombre, a lo su guía le respondió que efectivamente no lo lograba entender, pero que había alguien que sí lo comprendería en su totalidad y esa persona es nuestro Señor Jesucristo. Esta no es una frase cliché, pues literalmente Jesucristo pagó por nuestros pecados en Getsemaní, donde incluso sudó sangre por nosotros. Es decir, él conoce perfectamente nuestros dolores y aflicciones, y para ser más exacto conoce perfectamente lo que tu estás sintiendo ahora. Nuestro Señor Jesucristo espera que nosotros seamos felices, esto no significa que no tengamos dificultades, pero sí tenemos la gran bendición de tener a Jesucristo y el Espíritu Santo para ser nuestro guía.
Me ha servido mucho compartir estas palabras contigo, ojalá te sirvan de aliento. Te dedico esta escritura que aparece en Mateo 11: 28-30

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Jesucristo

Espero que sigamos hablando.

Un abrazo fraterno para ti y tu amiga y que Dios las bendiga

con afecto

Jobo

Hola Jobo.

Mil gracias por tus alentadoras palabras, la verdad es que me sirvende mucho, quisiera comprenderlas desde lo más profundo, ya que sólo con leerlas y re leerlas no sieven de mucho.En eso estoy, estimado Jobo, tratando con humildad de entender,comprender, sentir....las enseñanzas de nuestro Señor.

Un abrazo.

Hola Jobo.

Leo atentamente tus mensajes cada vez que llegan, sin embargo, hoy algo me llama la atención y me encantarí­a que me lo aclararas. Noto un cierto ahinco en el tema del adulterio, ¿es por algo en especial?

Un abrazo a la distancia.

Hola

La verdad es que cada escritura que envío, forma parte de un orden sistemático para comprender el evangelio, es decir conocer los aspectos primordiales de las enseñanzas de Jesucristo.
Respecto al adulterio propiamente tal, te puedo decir que es el pecado más grave después del asesinato de inocentes (aborto por ejemplo) y de la negación del Espíritu Santo. Negar el Espíritu Santo es lo que hizo Judas, que aún conociendo personalmente que Jesucristo es el hijo de Dios lo traicionó. Este es un pecado "difícil" de cometer, pues significa un "trabajo" constante y arduo para llegar a conocerlo y disfrutar de su compañia, por lo que para llegar a traicionarlo, mejor dicho, luchar contra él, es muy, pero muy poco común.
Normalmente pongo un glosario al pie de las escrituras, en este caso sobre el adulterio, porque mucha gente confunde adulterio con fornicación, es por eso que hago incapié en la diferencia, evidentemente ambos son pecados, pero creo que es importante conocer lo más que se pueda los mandamientos, para poder servir mejor al Señor.
Pasando a otro tema, estuve pensando en cómo llevar a la práctica las enseñanzas de Jesucristo para pasar los malos momentos. La escritura que te envié el otro día apuntaba a que pudieras descansar tus "cargas" y penas en Jesucristo, pero quizás la pregunta es ¿Cómo?, así que te puedo contar que tenemos tres herramientas fundamentales y aquí van.

1.- Orar, mira lo que Jesucristo enseña en Lucas 11:9 - 13

11:9 Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

11:10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

11:11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?

11:12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?

11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

2.-Estudiar las escrituras, también lo enseña Jesucristo en Juan 5:39

5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

3.-Ayunar. Esto lo enseña el Libro de Esdras 8:23 en el Antiguo Testamento

8:23 Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio.

Ayunar significa alimentar nuestro Espíritu, es decir dejar de comer y beber por 24 horas. La idea es almorzar y posteriormente comenzar el ayuno con una oración indicándole a nuestro Padre Celestial, el propósito de nuestro ayuno, luego cuando llegue la ora de la once, no comer nuevamente y seguir orando y meditando en busca de la guía del Espíritu Santo y repetir esto a la cena y al desayuno del día siguiente, finalizando con una oración antes del almuerzo del otro día.
Es sumamente importante que sepas que la idea es que prevalezca el Espíritu sobre el cuerpo, pero que por ningún motivo esto debe perjudicar tu salud. Si estás tomando algún medicamento debes continuar hacéndolo aún cuando estes ayunando e idealmente debes consultar a un médico si es que padecieses alguna enfermedad. También puedes ayunar inicialmente 8, 12, 16 horas, hasta llegar con el tiempo a 24 horas aproximadamente, nunca más que eso, para Dios será igualmente válido. No por más horas que ayunes, nuestro Padre te va a escuchar más. Lo que vale es el deseo de corazón de estar cerca de él, pues el conoce perfectamente nuestros corazones.
La idea es conectarse con nuestro Padre celestial, no flagelarse, así que mucho ánimo.
Otro abrazo para ti y que Dios te bendiga

saludos,

Jobo